Dentro de las posibles causas que afectan a la durabilidad de las fachadas, nos encontramos también con las acciones producidas por el hombre. Y de entre los malos hábitos imputables a esta causa, debemos destacar las pintadas o grafitis callejeros.
Por desgracia, las pintadas en las fachadas son cada vez más frecuentes y su autor rara vez tiene en consideración las consecuencias que esto puede causar. Cuando nos las encontramos, resulta habitual intentar ocultarlas tras una capa de pintura, normalmente por ser un método rápido y económico. A la larga, el resultado de este procedimiento suele resultar incluso perjudicial.
Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha estudiado el problema realizando pruebas con diferentes colores y materiales. En concreto, la investigación se ha centrado en distintos tipos de pintura, incluso esmaltes, ahondando en la influencia de los colores rojo, naranja, negro, azul y verde. Las pruebas preparadas se han dejado a la intemperie durante 6 meses. Posteriormente se han intentado eliminar con productos tradicionales del mercado y el resultado obtenido es el siguiente:
- No todas las pinturas ofrecen igual resistencia.
- No todos los productos actúan igual, su eficacia es muy variable.
- Los tonos azul y verde son los más difíciles de quitar.
- Los esmaltes presentan serios problemas de eliminación.
- Algunos productos dejan veladura.
Problemática
Los grafitis pueden profundizar hasta un centímetro por los poros de las superficies, penetrando en ellas. Los materiales con los que se realizan suelen ser aerosoles, ácidos, pinturas plásticas o rotuladores, que seguidamente quedan incrustados en estos poros dificultando notablemente su erradicación.
Intentar limpiar las fachadas con productos inadecuados puede causar el efecto contrario al deseado. De hecho, un efecto secundario habitual radica en provocar que la pintura penetre aún más en el elemento, lo que dificultará la posterior eliminación definitiva del grafiti.
Solución
Es muy complicado evitar este tipo de actos vandálicos, por lo que la alternativa pasa por actuar de manera preventiva sobre el elemento. Existen productos antipintadas que facilitan la limpieza de las superficies. Estos productos deben dejar transpirar al cerramiento y actuar como hidrofugante.
Las pintadas, si llevan poco tiempo hechas, se pueden eliminar con relativa facilidad, pero si llevan bastante tiempo realizadas, el tratamiento se tornará más arduo y costoso. ¿Queréis saber cual es la mejor actuación, tanto preventiva como correctiva, e incluso estética? Pintar la fachada con vuestro propio mural decorativo. Una fachada con un dibujo artístico evitará la acción de los vándalos, sirve para ocultar grafitis cuando estos ya se han producido, y resulta además un valor añadido para dotar de encanto a tu vivienda.
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