Las humedades en un sótano son un recurrente dolor de cabeza. Para mucha gente, tener un sótano es sinónimo de padecer humedades. Estamos tan acostumbrados a ver sótanos con problemas de humedad que muchos aún se resignan a buscar una solución y aceptan convivir con las humedades.
Hume Ingeniería es una empresa especializada en resolver problemas de humedades. Y en vista de que muchos de los problemas de humedad se producen en sótanos, hemos querido hacer una clasificación de los distintos tipos de humedades con sus distintas soluciones. Al final de este artículo encontrarás los enlaces a cada una de ellas, y en las siguientes líneas vamos a centrarnos en aquellas humedades de sótanos con origen en las aguas de escorrentía.
Las aguas de escorrentía son las aguas que penetran en el terreno, lo empapan y pueden penetrar en un edificio a través de los muros de sótano por fallos de construcción. Los ejemplos más típicos de estas humedades se dan a través de los puntos críticos que se forman durante la construcción de los muros, como a través de juntas de hormigonado o pasatubos, es decir, fallos que dejan zonas sensibles facilitando la penetración del agua. Estas aguas son las que se dan en episodios lluviosos, por lo tanto son humedades que aparecen periódicamente en las estaciones húmedas.
Dependiendo de la cantidad de agua que penetre a través del muro, tendremos distintas manifestaciones de la humedad. Así, habrá humedades que se manifiesten en forma de manchas, humedades que se manifiesten en forma de un ligero goteo y humedades que se manifiesten en forma de un importante chorreo de agua. En definitiva, todas ellas son filtraciones de agua desde el terreno, y la solución vendrá condicionada por la magnitud de la filtración y la identificación del defecto constructivo que da lugar a la penetración de agua.
En aquellos casos en que el caudal de la filtración sea reducido normalmente podremos reforzar el sellado del punto de entrada de agua y ver cómo responde. En estos casos la presión al otro lado del muro no suele suponer un problema, por lo que un taponamiento de la vía de agua se antoja una medida inicial accesible y justificada. En cambio, cuando la cantidad de agua sea más importante, cabrá plantearse la necesidad de hacer un drenaje exterior o prever una evacuación de aguas mediante una red interior. En estos casos, un taponamiento suele conllevar un aumento de la presión del terreno sobre la capacidad portante del edificio y, como normalmente ya se ha visto debilitada como consecuencia de la humedad, no parece prudente someterla a mayor carga de la que hasta la fecha estaba sustentando.
En cualquier caso, en Hume Ingeniería somos partidarios de no generalizar. Nuestra mejor recomendación es siempre evaluar las exigencias de cada actuación in situ, pues sólo atendiendo a los condicionantes particulares de cada problema podremos encontrar la solución que mejor se adapte a él. Si tienes un problema de humedad en un sótano y crees que las aguas de escorrentía no son el origen que lo está causando, tal vez encuentres lo que buscas en los siguientes artículos:
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