El agua siempre se encuentra en movimiento, cambiando de estado y de lugar. Esta máxima de la naturaleza es lo que se denomina “flujo de agua” y, referida a los materiales de construcción, es en última instancia la causante de las temidas humedades de nuestro hogar.
Conocer el modo en que el agua y la humedad avanzan a través de los materiales nos permitirá diseñar una adecuada solución a los problemas de humedad en una vivienda. Es por ello que, en el artículo de hoy, nos centraremos en el flujo de humedad entre los materiales y en las formas de intercambio de vapor de agua con el ambiente exterior.
Entrada de agua en forma de vapor
La adsorción de vapor explica la humedad de equilibrio de los materiales. Un material “seco” contiene siempre una cierta cantidad de agua, y esta no es fija, depende de un equilibrio que se establece entra el material y el aire que lo rodea.
La superficie interna de los poros se recubre de moléculas de vapor de agua (adsorción de vapor). La cantidad de agua que llega a contener así un material depende de la humedad relativa ambiental, la temperatura, la estructura porosa, etc.
Salida de agua en forma de vapor
La difusión de vapor explica la “respiración” de los muros, la evaporación del agua que contiene un material, las condensaciones intersticiales. El vapor de agua puede atravesar cuerpos porosos por difusión. La fuerza que origina y mantiene dicho desplazamiento es la diferencia de presiones de vapor entre los ambientes dados.
La convección explica la evaporación superficial y la ventilación. Es el transporte de moléculas de vapor de agua en el aire en movimiento (ventilación), y este es el modo natural de evacuación de la humedad en los locales, y el más eficaz.
La evaporación es el cambio de estado por el que el agua, a temperatura ambiente, pasa de líquido a vapor. El agua evapora siempre en su superficie, debido a la diferencia de presiones de vapor que existe entre una primera lámina de aire en contacto con el líquido y la masa de aire más alejada, que tiene menor grado de saturación.
En definitiva, el agua y la humedad experimentan diferentes procesos a través de su paso por los materiales de construcción. Identificar y conocer el estado de la humedad será la clave para acabar con garantía para siempre con nuestro problema.
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