Una nueva técnica de aislamiento ha irrumpido poderosamente en el mundo de la construcción. Pretendiendo poneros al día a todos, hoy os damos a conocer los nuevos sistemas SATE.
En el mundo de la construcción moderna y sostenible, cada vez cobra mayor importancia el ahorro energético de las viviendas. Prueba de ello son las especificaciones, cada vez más estrictas, que fija el Código Técnico de la Edificación (CTE) en su documento HE. Y dentro de este marco, han surgido los SATE como una mejora sustancial en los sistemas hasta ahora conocidos para la rehabilitación de fachadas.
Índice de contenidos
¿Qué es el SATE?
La denominación de sistema SATE parte de las siglas del Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior, una técnica novedosa que se utiliza para mejorar las características de la envolvente térmica del edificio.
Como una imagen vale más que mil palabras, dejemos que el siguiente croquis hable por sí mismo. En él podemos observar las sucesivas capas y revestimientos que conforman el sistema SATE, donde cada una de ellas tiene una misión específica, conformando en conjunto un ensamblaje cuyo aislamiento térmico es difícilmente comparable al de otras soluciones del mercado.
Los sistemas SATE, que incorporan un aislamiento con un espesor óptimo calculado en base a cada edificio, aseguran drásticas reducciones de la energía disipada al exterior. Al dejar escapar menos energía se consigue disminuir el consumo de combustibles en rangos del orden del 30%, lo que a la larga permite un ahorro energético consistente y continuo. En términos generalistas, se estima que la inversión realizada para la instalación de un sistema SATE se amortiza, de media, en los cinco años siguientes.
Es especialmente importante respetar la concepción del SATE como un sistema integral de fachadas. Ello supone que cada componente forma parte del conjunto, asegurando la compatibilidad del sistema y el mejor resultado. Tal vez cada capa no sea la mejor por sí misma ni la elección adecuada en otro caso diferente, pero la suma de todas ellas será la que constituya el conjunto idóneo para cada caso.
Ventajas del SATE
Estos sistemas tienen muchos beneficios, de entre los cuales es inevitable destacar el ahorro energético como fin último, pero al margen de esto cabe resaltar igualmente una ventaja competitiva crucial con respecto a cualquier otra solución: las mínimas molestias durante la obra.
Imaginaos por un momento lo que supondría aislar un edificio de, por ejemplo, cinco alturas desde el interior. Meses y meses de obreros pasando por nuestro salón, picando escombro, respirando polvo…mientras nosotros pretendemos continuar nuestra vida con normalidad. Los sistemas SATE se ejecutan íntegramente desde la fachada, siempre por el exterior, por lo que la sola eliminación de esta variable hace que muchas veces ya compense con creces recurrir a este nuevo sistema.
Ejecución de un SATE
Para la ejecución de un aislamiento de fachada mediante sistemas SATE podemos enumerar 5 pasos a seguir.
1º – Cálculo estructural y trabajos previos
Lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos de que la fachada tenga la capacidad portante suficiente para aguantar el sistema. Una vez que los cálculos nos dan vía libre para actuar, comenzaremos con una adecuada preparación de la superficie.
El paramento debe tener una planimetría adecuada y debe presentarse libre de suciedad, polvo, aceites, pinturas o revestimientos mal adheridos. También debemos tener en cuenta que será necesario mantener el acceso a las conducciones exteriores de agua, gas y electricidad originales que circulan por la fachada, por lo que debemos prever el enclave de los posibles registros a todas las instalaciones.
2º – Fijación de las placas
Aquí hay varias posibilidades. En base a nuestra experiencia, lo ideal es utilizar adhesivos de mortero y espigas mecánicas no metálicas. Hay empresas que colocan perfilería para las planchas, con lo que los tiempos de ejecución se reducen sensiblemente (con el ahorro que ello conlleva), pero debemos saber que solamente está permitido usar perfilería con los aislamientos de poliestireno expandido, así que ¡ojo!. Los sistemas de fijación por perfiles únicamente son recomendables cuando la retirada del revoque antiguo resulte demasiado dificultosa.
3º – El aislamiento térmico
En cuanto al aislamiento utilizado, será de vital importancia la elección del material que mejor se ajuste a nuestras necesidades. En el mercado hay varios tipos y cada fabricante suele tener de casi todos, pero los más utilizados son el poliestireno expandido (el de la imagen), poliuretano conformado, poliestireno extruido, el corcho expandido y el vidrio celular. Repetimos, debemos tener claras de antemano nuestras necesidades para acertar en la elección, no se trata de coger uno cualquiera que malo será…
4º – Malla de armadura
La capa de armadura mejora las prestaciones mecánicas del sistema SATE. Está compuesta de fibra de vidrio aprestada y debe poseer un tratamiento antiálcali, ya que al estar embebida en el mortero no debe perder sus propiedades. Además, contribuye a mejorar las características mecánicas de los morteros de refuerzo y a absorber las tensiones que puedan generarse entre las planchas de aislamiento.
Los fabricantes de los sistemas SATE suministran dos tipos de mallas de armadura, una convencional cuyo uso se recomienda en las aplicaciones habituales y las mallas con doble refuerzo o antibandálicas, en los lugares donde existe riesgo de deterioro de la fachada debido al tránsito de vehículos o personas.
5º – Capa de acabado
La principal función de la capa de acabado es proteger el sistema del exterior (de la radiación solar, la lluvia u otros agentes exteriores) y tiene que contribuir a la impermeabilidad al agua y permitir la permeabilidad al vapor de agua. Al ser la última capa es la parte más visible del sistema y le confiere una función estética al edificio (color y textura), pero no olvidemos que su elección será clave para determinar la durabilidad y vida útil del sistema.
El espesor de la capa de acabado dependerá de su naturaleza, composición y del acabado final (liso, rugoso,…), teniendo que respetarse los espesores mínimos de la capa de acabado incluidos en los DITEs.
Los acabados pueden ser de infinidad de materiales e infinidad de aplicaciones, acabados revocados, fratasados, alisados, aplacados de ladrillo caravista, cerámicos de arcilla…
Explicadas las características esenciales del sistema SATE, os emplazamos a un futuro post sobre esta materia en que explicaremos cómo se resuelven los puntos singulares en vierteaguas, encuentros con ventanas, aislamiento de frentes de forjado, etc.
Y no podemos despedirnos sin insistir en una de nuestras recomendaciones más cansinas pero cruciales: si tenéis que pedir un presupuesto (ya sea de SATE o de cualquier otra índole) hacedlo a empresas especializadas, pero sobre todo, en obras de cierta envergadura, contratad siempre una Dirección de Obra. Lo que puede pareceros un despilfarro a corto plazo, en realidad se trata de una inversión que protege vuestros intereses y os garantiza el resultado que buscáis. Y pensándolo bien, ¿qué porcentaje del coste total supone este valor añadido?
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