Contrario a lo que muchos y muchas piensan, el moho es una consecuencia, y no una causa de la humedad. Quitar el moho de la pared y conseguir que no vuelva a aparecer no es una tarea fácil. En el artículo de hoy vamos a presentaros algunas claves para conseguirlo.
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¿Cómo se forma el moho en las paredes?
Como decíamos al inicio de este texto, el moho es una consecuencia, y no una causa, de la humedad. Pero no de una humedad cualquiera. Es la consecuencia de una humedad muy característica y de las más habituales en las viviendas: la humedad por condensación.
En nuestras casas a menudo proliferan colonias de moho sobre las paredes, techos y ventanas, síntoma característico de un exceso de humedad en el aire. Existen casos en que este moho se extiende incluso sobre los enseres de la vivienda, apareciendo en armarios y apoderándose especialmente de la ropa de cuero y ante, así como colchones, zapatos, mesillas de noche y, en general, de aquel mobiliario que presenta recovecos de difícil ventilación.

La causa de este moho es el exceso de vapor de agua en el aire interior a nuestra vivienda que tiende a condensar sobre superficies frías, especialmente en invierno. Cuando el vapor de agua condensa, se convierte en gotas de agua que resbalan sobre la superficie en que se originan.
En el caso de las superficies planas (espejos, azulejos o vidrios de las ventanas) las gotas de vapor de agua resbalan cayendo por gravedad, sin dejar lugar a mohos.

No obstante, en superficies porosas como las paredes, el agua no resbala de la misma forma, ya que a medida que va cayendo es absorbida por la pared discurriendo hacia el interior de sus poros. Como consecuencia, cuando se seca la superficie por la que el agua ha discurrido, adquiere un color negruzco, y es lo que acaba convirtiéndose en el moho típico de la humedad por condensación.
Ejemplos para entender cómo prolifera el moho en las paredes
Como un ejemplo vale más que mil palabras, vamos a explicarlo de esta forma para que quede claro.
En las ventanas, el agua condensada resbala por los cristales (superficie lisa) hasta babear sobre el marco inferior, de modo que la pared bajo el marco (superficie porosa) presenta manchas de moho al haber ido absorbiendo la humedad, pero la ventana sigue intacta, sin ninguna mancha.
Lo mismo ocurre en los azulejos de baños y cocinas. Si bien el propio azulejo no absorbe la humedad condensada por tratarse de una superficie lisa, podemos observar cómo las juntas entre ellos van adquiriendo un color cada vez más ennegrecido, dado que en estas superficies sí existe absorción de la humedad y proliferan las colonias de moho.
Las manchas negras que todos conocemos son en realidad colonias de moho, buscando calor y alimento para continuar creciendo y reproduciéndose, que se originan como consecuencia de la humedad por condensación.

Solución para quitar el moho de la pared para siempre
Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, es fundamental entender que, mientras persistan las condiciones que dan pie a la generación de moho (como es la humedad por condensación), este seguirá surgiendo por mucho que nos esforcemos en limpiarlo.
Aunque cada caso es muy particular y la solución correcta sólo se puede concretar habiendo realizado un estudio específico, en términos generales podemos decir que la ventilación de la vivienda es la medida más eficiente para, al menos, reducir la humedad interior y minimizar la probabilidad de sufrir humedades por condensación.

Si con ventilar no es suficiente, en nuestro artículo Remedios caseros para la humedad por condensación encontrarás más consejos para reducir este tipo de humedad.
Y si haciendo todo esto sigues teniendo problemas de humedad por condensación, lo más probable es que necesites instalar un sistema de ventilación. En la actualidad existen muchas y muy variadas opciones en el mercado; en nuestro artículo Sistemas de ventilación para viviendas, ¿cuál escoger? hacemos un repaso por todas ellas.
¿Y cómo limpio el moho?
Una vez erradicada la humedad por condensación, la mejor forma de acabar con las esporas y el moho es mediante soluciones de hipoclorito de sodio. Existen diversos productos en el mercado de la gama de los biocidas industriales específicamente creados para este cometido.
No obstante, salvo en problemas de condensación de gran magnitud, el remedio casero de diluir lejía en agua y frotar es el más efectivo en relación coste-efecto, ya que el principio activo de la lejía es el mismo.
Mediante esta solución química estaremos aniquilando el ser vivo que, en ausencia de las condiciones que fomentaban su aparición (elevadas humedades y temperaturas), no volverá a surgir.

En casos en que nos enfrentemos a un moho demasiado arraigado podría ser conveniente efectuar un aclarado previo de las paredes, con la idea de “ablandar” su resistencia y facilitar la erradicación por parte de nuestro biocida casero.
Podemos frotar la superficie mediante una mezcla de detergente en agua caliente y, seguidamente, ventilar la estancia para favorecer el secado.
No existe medida más efectiva y barata para quitar el moho de la pared que una adecuada ventilación mediante corrientes de aire, ya que nos permitirá no sólo acelerar el secado de esta aplicación previa, sino también reducir la humedad de la vivienda y, con ello, reducir la posibilidad de formarse nuevo moho.
Tras este paso previo, la aplicación de la solución de hipoclorito de sodio se encargará de “matar el bicho” y, si hemos sabido adoptar las medidas convenientes para evitar su aparición, quedaremos por fin libres de este recurrente dolor de cabeza.






Gracias. Ha sido util
Bueno yo segui el método de la lejía y fue muy efectivo ,y evidentemente tal como explicas son habitaciones que en su momento no se ventilaron ,ahora pintaremos y ya veremos el resultado final, bueno ya lo sé porque en otra ocasión lo hice en otro sitio y muy bien.
Buenos días Daniel,
Muchas gracias por compartir su experiencia, confiamos en que logre dejar atrás sus problemas de humedades.
Atentamente,
El equipo de Hume Ingeniería.
Hola, soy de Buenos Aires, Argentina. Funciona perfectamente pero vuelve a salir el hongo en el siguiente invierno debido a la condensación producida por la calefacción del interior del hogar y las bajas temperaturas del exterior. Por más que ventile, salió igual y tengo que repetir el procedimiento. Es frustrante.