Hume Ingeniería es una empresa especializada en resolver problemas de humedades. Como siempre decimos, la mejor solución a cada caso vendrá condicionada por las circunstancias concretas que generen la humedad. Un problema de humedad puede tener varias soluciones distintas dependiendo de las circunstancias que lo rodeen, y eso mismo es lo que ocurría en el caso real que vamos a comentar hoy. Las humedades aparecían en la cara interior de los muros de este garaje.
En realidad, el origen de estas humedades se encontraba en la mala impermeabilización de la cara exterior, un aplacado de piedra mal rejuntado y sin impermeabilización, que permitía el paso de la lluvia a través de su superficie, aflorando visiblemente en la parte interior. A la vista de la causa de las humedades, la solución óptima desde el punto de vista constructivo pasaría por rehabilitar la fachada para impedir la entrada de agua. Este procedimiento requeriría un minucioso trabajo de apertura de todas las juntas, con posterior relleno adecuado y, finalmente, una capa de impermeabilización hidrófuga aplicada sobre toda la fachada. El problema en este caso era que efectuar este tratamiento únicamente sobre la parte de la fachada que se corresponde con la plaza de garaje no garantiza la ausencia de humedad, pues el agua podría colarse por otros puntos de la fachada, discurrir interiormente y aflorar en los mismos focos. Esta solución exigiría una intervención completa sobre la fachada, y los costes se disparaban desorbitadamente.
En esta situación, nace la alternativa realmente ejecutada: una impermeabilización interior. Reduciendo notablemente los costes, se planteó una impermeabilización sobre la cara interior del muro que, si bien no impide la entrada de agua, sí evita que aflore sobre la superficie interior, lo que palía la afección estética que realmente molestaba al cliente.
El proceso de impermeabilización interior requiere eliminar toda la pintura adherida sobre el muro y preparar su superficie de forma uniforme y regular, apta para recibir la impermeabilización. Será importante también respetar los tiempos de secado para que el muro haya evacuado la humedad contenida a la hora de aplicar la impermeabilización. Durante todo el proceso, se acordonará la zona de obras para evitar afecciones sobre las plazas de garaje circundantes.
La elección del material impermeable depende, a su vez, de varios condicionantes constructivos. Atendiendo al tipo de muro, material de construcción, estado de conservación y, en última instancia, también al precio, se determina cuál será la mejor solución constructiva. En este caso, se optó por un mortero flexible e impermeable a presión negativa, altamente transpirable para favorecer la evaporación de la humedad remanente. Finalizada la impermeabilización, sólo resta aplicar la capa final de pintura decorativa para obtener el acabado deseado.
Este es sólo un ejemplo más de las ventajas que supone contar con un buen asesoramiento técnico a la hora de combatir un problema de humedades. Un mismo problema de humedades puede afrontarse con múltiples actuaciones distintas, dependiendo de los parámetros que primen para cada cliente. No existen soluciones únicas, sino soluciones que se ajustan mejor a lo que buscas.
Deja una respuesta