Aprovechando la festividad de Santo Domingo de la Calzada, patrón de los Ingenieros Civiles, hoy os damos a conocer su figura. ¿Por qué es nuestro patrón?
En 4 pinceladas
Santo Domingo de la Calzada fue un religioso español, vinculado al actual mundo de la obra civil por ser pionero en estas lides.
En el año 1039 construyó un puente sobre el río Oja facilitando el peregrinaje de los fieles en su Camino hacia Santiago. Años después ideó una variante a la calzada romana entre Burgos y Logroño, cuya ejecución le hizo valedor del que sería su sobrenombre en adelante: Domingo de la Calzada.
A lo largo de su vida, compaginó sus quehaceres espirituales con el desarrollo de importantes obras de construcción. Vivió centrado en fortalecer el entramado del Camino de Santiago dando lugar a numerosas obras viarias, siendo también constructor de un complejo integrado por hospital, pozo e iglesia, para dar asilo a los peregrinos en su camino.
Falleció un 12 de mayo de 1109, fecha que da lugar a la actual onomástica con celebración el 12 de mayo de la festividad de Santo Domingo de la Calzada.
Milagros del Santo
Si ya en vida Santo Domingo de la Calzada fue un gran impulsor de la fe cristiana, su figura sigue siendo tras su muerte, artífice del abrazo de las gentes al catolicismo. A su influencia se atribuyen un buen número de milagrosas curaciones entre los peregrinos que se han ido alojando en la villa que él fundó:
- Curación del caballero francés poseído por el demonio que fue librado del espíritu maligno ante el sepulcro del santo.
- Curación de un peregrino alemán del siglo XV llamado Bernardo, que se curó de una infección purulenta de los ojos al visitar la tumba de Santo Domingo.
- Curación de un normando que recobró la vista al visitar la catedral.
El milagro del gallo y la gallina
Sucedió en Santo Domingo de la Calzada, La Rioja.
En el siglo XIV el joven Hugonell, alemán de 18 años, emprendía el peregrinaje rumbo a Compostela acompañado por sus padres. Estando en el mesón donde se hospedaron a hacer noche, una hermosa muchacha que en él trabajaba se enamora del joven y le requiere de amores, a lo que el muchacho se niega. Despechada y con ansias de venganza, la muchacha guarda en el zurrón del joven una copa de plata para luego acusarle de robo.
Transcurrida la cena y ante tal acusación, el joven Hugonell y sus padres se disponen a partir para seguir el peregrinaje, cuando son interceptados por la justicia. Al comprobar el zurrón del muchacho, Hugonell es encontrado culpable y condenado a la horca. Los padres nada pueden hacer por él más que rezar al Apóstol Santiago. Al acercarse al cuerpo ahorcado de su hijo para despedirse, oyen cómo éste les habla desde la horca y les dice que está vivo por la gracia del Santo.
Felices y contentos, los padres van a comunicar la noticia al corregidor que, justo en ese momento, se encontraba cenando opíparamente unas aves. El corregidor no da crédito de lo que sus oídos estaban oyendo, y se burla de los fieles peregrinos espetándoles la conocida frase : “Vuestro hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me importunarais”. En ese momento, las aves saltaron del plato y se pusieron a cacarear y danzar alegremente.
Este artículo es una adaptación libre del publicado en la wikipedia, donde podrás encontrar excelsa información acerca de la vida y obra de Santo Domingo de la Calzada.
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