La humedad por condensación a menudo puede paliarse mejorando la ventilación de la vivienda. Generar simples corrientes de aire con la apertura combinada de ventanas contrapuestas ayudará a reducir la humedad ambiental y, por ende, a minimizar los problemas de condensación. Y es aquí donde surge una de las preguntas más habituales que suelen plantearnos quienes sufren problemas de humedad: ¿En invierno, con días lluviosos y húmedos, la ventilación no será peor ya que meterás en casa la humedad de fuera?
La realidad es que, incluso en días húmedos y fríos, la solución a muchas de las humedades por condensación pasará por crear ventilaciones. Lo que vais a leer ahora probablemente os sorprenda, por lo que trataremos de huir de tecnicismos para que resulte entendible. Nuestras disculpas por adelantado en caso de que no seamos capaces de conseguirlo.
En España, con el clima que acostumbramos a tener, la cantidad de humedad que hay en la calle en invierno es (casi) siempre menor a la humedad que podamos tener nosotros en casa. La explicación se halla en la forma de medir la humedad, y es que al hablar de humedad ambiental solemos referirnos a humedades relativas, cuando lo que condiciona la aparición de un problema en casa es la humedad absoluta. El siguiente ejemplo resultará más comprensible:
Cuando fuera de casa un día de invierno nos dicen que hay un 100% de humedad, y nosotros en casa tenemos una humedad elevada pero que no llega a tanto, por ejemplo un 80%, en realidad la cantidad de agua que hay en el exterior es menor a la que nosotros tenemos dentro de casa. Es decir, la cantidad de agua que hay fuera al 100% es menos que la que tengo yo en casa al 80%. Sí, ese cien es menos que nuestro ochenta.
Esto se explica por la forma en que medimos la humedad, ya que hablar de humedad relativa está vinculado también a la temperatura del aire y no sólo a cuánta agua contiene. Y es que cuando fuera hay un 100% de humedad, también hay una temperatura mucho menor a la de casa, es decir, que yo si consigo ventilar mi casa para sustituir el aire que tenía al 80% por un nuevo aire que viene de fuera al 100%, en realidad estoy reduciendo la humedad de mi vivienda. Estoy reduciendo la humedad en términos absolutos, no en términos relativos. Digamos que lo que estoy haciendo es reducir la cantidad de agua que hay en el aire a costa de bajar también la temperatura pero, en definitiva, estoy minorando la humedad y reduciendo el riesgo de padecer condensaciones.
Somos muy conscientes de que este concepto es muy poco intuitivo y muy difícil de comprender. De inicio, todos tendemos a abrir menos las ventanas en invierno para no dejar entrar la humedad. Pero si tuviésemos que quedarnos con una única frase como resumen del artículo de hoy sería la siguiente: vale la pena excedernos con la ventilación y que con eso se enfríe la casa, ya que a cambio estaremos reduciendo la humedad de la vivienda. Estaremos reduciendo el riesgo de sufrir condensación. Y es más, gracias a la ventilación nuestro actual sistema de calefacción (cualquiera que tengamos) va a ser más eficiente de lo que venía siendo, ya que va a calefactar un aire que, pese a tener menos temperatura, va a tener también menos humedad.
Blanca dice
Muchísimas gracias por la información.
Es gran ayuda, ahora comprendo lo que debo hacer cuando hay la humedad fuera de mi casa.
Estoy inmensamente feliz.
Dios los bendiga