En nuestro anterior artículo, Precio de inyecciones para la humedad ¿caras o baratas?, avanzábamos los factores a tener en cuenta para comparar presupuestos de inyecciones ante la humedad por capilaridad. En él se abordaban cuatro de los aspectos más importantes a considerar cuando valoramos un presupuesto de inyecciones:
- El precio del metro lineal
- El espesor del muro
- Un plano de las zonas contempladas
- El picado y revocado
En el post de hoy vamos profundizar en otros cuatro aspectos también muy importantes, pues el presupuesto de inyecciones será caro o barato dependiendo de lo bien definidos que estén los siguientes conceptos.
Índice de contenidos
El material del muro
La técnica de inyecciones antihumedad se ve condicionada en gran medida por la porosidad del material que va a ser inyectado, por tanto, no será lo mismo inyectar un tabique de ladrillo cerámico que inyectar un muro de hormigón o un muro de piedra. La cantidad de material necesario será distinta dependiendo del material de construcción del muro y de su estado de conservación.
En este punto cabe hacer especial mención a aquellos muros tradicionales de piedra compuestos por doble hoja, pues muchas veces la cámara interior se encuentra rellena de escombros, piedras y demás residuos del propio proceso de construcción. En estos casos el proceso de inyección tradicional requiere un paso previo y complementario, consistente en la inyección de un mortero de consistencia fluida entre ambas hojas. El objetivo de este proceso es alcanzar una argamasa con la suficiente homogeneidad y continuidad como para ser inyectada, pues si inyectásemos este muro en sus condiciones preexistentes la humedad podría ascender por el relleno de la cámara, ante la dificultad de inyectar correctamente este núcleo intermedio.
El producto empleado
Existe un gran secretismo al respecto de las casas comerciales que fabrican estos materiales. Es cierto que indagando en el mercado un particular puede tener acceso a distintos proveedores, cada uno con sus precios y sus características. Como todo en la vida, hay productos más fiables que otros, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.
Desde Hume Ingeniería sí nos gustaría hacer constar que, en realidad, un tratamiento por inyecciones no es un proceso constructivo que pueda ejecutar cualquiera en su propia casa, al menos no con una cierta garantía. Tal y como pretendemos hacer constar en estos dos artículos, existen muchas variables para una correcta ejecución, hasta el punto de que la experiencia previa es el factor más importante de cara a una ejecución satisfactoria. Este es el motivo de que la mayoría de fabricantes y proveedores exigen a sus clientes (las empresas especializadas que luego nos ofertan a nosotros) una política de confidencialidad, para asegurarse de que no habrá tratamientos ejecutados con malas praxis que puedan ser asociadas a sus marcas. Lo que pretenden es salvaguardar su status con independencia de quién y cómo ejecute los trabajos, para hacer valer la idoneidad de su producto frente a los de la competencia y, con ello, poder mantener su precio por encima del de los demás.
Las barreras verticales
Las barreras verticales son la prolongación del tratamiento en sentido vertical, con el objetivo de delimitar el tratamiento efectuado en horizontal. Conceptualmente no tiene mucho sentido, ya que su ejecución únicamente sirve para acotar un tratamiento horizontal incompleto, de forma que la humedad no pueda acceder desde la parte no tratada de una pared a la parte sí tratada. Lo correcto desde el punto de vista constructivo sería hacer el tratamiento horizontal completo para no tener que recurrir a barreras verticales.
Es importante comprender este concepto porque en la práctica, muchas veces nos ofertan barreras verticales innecesarias con el único objetivo de incrementar el número de metros e inflar así el presupuesto de venta.
Todo lo que vas a gastar después y no te ofertan
De los cuatro factores que exponemos hoy, este es con diferencia el más determinante. Es importante ser consciente de la actuación global que supone un tratamiento de inyecciones, tanto por el aspecto económico como por la logística de la obra. En el aspecto económico hay que ser conscientes de que vamos a tener que afrontar más costes que el de las propias inyecciones, y desde la logística, también es importante conocer los plazos y molestias derivadas de este proceso.
El tratamiento de inyecciones únicamente logra impedir el ascenso de la humedad desde el terreno por eso, salvo contadas excepciones, debe complementarse con un picado y revocado de las zonas afectadas por la humedad. Efectuar únicamente el tratamiento de inyecciones no impedirá que la humedad que contiene el muro siga avanzando.
Para tener una concepción consecuente de nuestro tratamiento debemos ser conscientes de todo lo que implica. Es importante particularizar los pequeños detalles de cada obra que, en términos generales, englobarán:
- El picado de las paredes
- Posterior inyección de los muros
- Nuevo revoco con mortero de cemento
- Enlucido con material transpirable
- Tiempo de secado hasta validación del índice de humedad
- Capa final de pintura decorativa.
A todo lo anterior se debe añadir, según el caso, la retirada y posterior reposición de rodapiés, la interferencia con radiadores, calderas, conductos de calefacción o demás instalaciones interferentes, la retirada de mobiliario y protección de zonas de obra, colocación de frisos y alicatados, etc… Cuando contratamos únicamente las inyecciones y el resto de actuaciones corren de nuestra cuenta, nos estamos exponiendo a que ante un eventual problema futuro, la empresa que hemos contratado alegue que su trabajo está bien hecho y nos responsabilice a nosotros, por no haber ejecutado correctamente las actuaciones complementarias, necesarias pero no contratadas.
Nuestro consejo
Las inyecciones antihumedad son un método que funciona muy bien frente a la humedad por capilaridad pero, en nuestra opinión, más importante todavía será contratarlas con una empresa que funcione igual de bien en su trato con el cliente. El primer contacto de una empresa con su cliente es la elaboración del presupuesto, antes incluso de que el peticionario pase a ser realmente su cliente, así que este presupuesto será muchas veces la mejor piedra de toque para valorar la calidad de la empresa, más allá de la eficacia de las inyecciones.
Nuestro mejor consejo es que otorguéis un voto de confianza a aquella empresa que haya sabido tener en cuenta los 8 aspectos básicos que en estos dos artículos hemos querido exponer. Sólo una empresa autoexigente y preocupada por su clientela se molestará en invertir su tiempo y sus recursos en hacer un presupuesto como es debido y, a la larga, no hay mejor garantía para que un tratamiento colme nuestras expectativas que una empresa preocupada por dejarnos contentos.
Para aquellos que padecéis humedades en casa, recordad que en Hume Ingeniería ofrecemos un servicio de asesoramiento cuyas condiciones podéis conocer pinchando aquí, asegúrate antes de empezar de que lo que vas a hacer tiene sentido.
Delia dice
Gracias muy bien explicado