Las humedades son una de las causas que más devalúa una vivienda, ya sea nueva o usada. Una casa con humedad, además de suponer un riesgo a nivel estructural, supone un riesgo para la salud de sus ocupantes. Si te preguntas cómo saber si una casa tiene humedad, a continuación listamos una serie de premisas a tener en cuenta.
Índice de contenidos
¿Cómo saber si una casa tiene humedad?
A la hora de comprar una casa hay muchos factores a tener en cuenta: la localización, el precio, la antigüedad, número de habitaciones, etc… A menudo el desconocimiento hace que pasemos por alto temas como el estado del tejado y de las fachadas, las ventanas, e incluso los problemas de humedades que pueda tener.
Para eso estamos hoy aquí, para explicar varios aspectos a tener en cuenta para saber si la casa de tus sueños tiene humedad y que no te cuelen gato por liebre a la hora de comprar.
Partimos de la base de que detectar humedades no es nada sencillo ya que, dependiendo de la causa que las genere, pueden presentarse de formas muy distintas.
Humedad en bajos
Si se trata de un bajo dentro de un edificio, debemos prestar especial atención a posibles síntomas de humedades por capilaridad.
La humedad por capilaridad (o «humedad que sube del suelo«) es la que tiene origen en el agua del terreno y asciende por las paredes. A la hora de inspeccionar una planta baja pendientes de encontrar este tipo de humedades debemos fijarnos en las partes inferiores de las paredes.
Si hay humedad por capilaridad:
- es probable que los zócalos de madera presenten ennegrecimientos e incluso que se hayan doblado como consecuencia de la humedad
- las partes bajas de las paredes pueden mostrar signos de afección en la pintura, normalmente abombamientos o desprendimientos
- ¿tienes la impresión de que las partes bajas de las paredes presentan una capa de pintura distinta al resto de la pared o está tapada con un friso de madera? ¡OJO!, podrían estar ocultando un problema de humedad por capilaridad
Humedades en sótanos
Los sótanos son estancias muy sensibles a padecer humedades. Sus características constructivas (normalmente están soterrados con respecto al nivel de rasante exterior) aumentan la probabilidad de que se generen problemas de humedades.
Si buscamos humedades en un sótano, debemos tener en cuenta que las más comunes son:
- la humedad por capilaridad que, como ya explicamos en el punto anterior, se reconoce porque, de existir, las paredes presentarán afecciones en gran parte de la franja soterrada, normalmente con burbujas en la pintura, pudiendo incluso llegar a desprenderse
- la humedad por condensación, originada generalmente por una deficiente ventilación, por lo que se puede detectar por ese olor tan característico a aire viciado, con una atmósfera cargada en la que cuesta respirar
Humedades en tejados
Las consecuencias de las humedades provenientes del tejado son muy típicas en áticos y viviendas unifamiliares. Las últimas plantas de un edificio son, estadísticamente, las que más problemas de humedades por filtración padecen.
Los defectos de estanqueidad de un tejado pueden ser muchos y muy diversos, dependiendo de su tipología constructiva y de los elementos accesorios que se dispongan.
Uno de los problemas más habituales es la entrada de agua a través del contorno de chimeneas, antenas, velux… cuya impermeabilización perimetral se ha desatendido, dejando vía libre a la humedad.
En estos casos, los efectos de la humedad suelen ser visibles y de bulto, generalmente en techos, pues la entrada de agua en episodios de lluvia tiende a ser abundante.
Humedades en terrazas
Un piso con terraza es uno de los reclamos más demandados en la actualidad en la compraventa de inmuebles. Las ventajas de disponer de una terraza de uso privativo son evidentes, pero no lo son tanto los posibles problemas que puedan acarrear.
Las terrazas transitables requieren de un mantenimiento periódico que garantice un adecuado comportamiento frente a posibles entradas de agua.
Los daños más comunes imputables a una terraza son afectación de las partes bajas de las propias estancias en contacto con la terraza, e incluso los techos de la vivienda emplazada justo debajo.
Humedades por condensación
Las humedades por condensación son, tal vez, las más difíciles de intuir a la hora de examinar una vivienda.
Uno de los síntomas más habituales suele ser el ennegrecimiento en determinadas zonas de las paredes. Normalmente son manchas coincidentes con la silueta de vigas y pilares, pero también afloran en sitios de difícil ventilación, como detrás de mesillas y armarios.
El problema es que muchas veces este fenómeno se puede ocultar tras una simple mano de pintura, por lo que estas evidencias no lo serán tanto a simple vista.
En cualquier caso, podemos buscar otros síntomas, tal vez más rebuscados, que igualmente denotan un problema de humedad por condensación:
- pequeñas manchas de moho en el contorno de las ventanas, señal de que la humedad ha condensado en los cristales con cierta frecuencia
- formaciones de pelusilla blanca dentro de los armarios, síntoma inequívoco de la humedad por condensación
- colchones, ropa y otros enseres pueden también presentar decoloraciones imputables a un exceso de humedad en el aire
¿Qué hacer si detecto que la casa que quiero comprar tiene humedad?
Por lo general, un problema de humedad es una de las causas que a menudo consigue rebajar el precio de salida de una vivienda.
Otra cosa es que el problema de humedad compense la inversión… Lo recomendable en estos casos es ser conocedor de la naturaleza de la humedad y del coste que implicará su reparación.
Cada problema de humedad puede tener muchas y muy distintas soluciones, pero deja que sea un perito especializado quien valore en qué medida la humedad puede suponer una mala inversión. A la larga, puede que el descuento que consigas achacable a esa humedad suponga un quebradero de cabeza que no se pague con dinero.
Deja una respuesta